No lo puedes evitar. Eres carne de cañón del saco de dormir y las barbacoas al aire libre. Por más que hayas cumplido los treinta, tu espíritu nómada no para de recordarte ese tiempo en el que el minibar era todo lo que te habías acordado de traer de casa, y la buena compañía suplía cualquier carencia sin falta de televisor de plasma. ¿La solución? Hoteles que ofrecen caravanas en vez de habitaciones para no renunciar a tu espíritu aventurero.

• Circo Raluy:

Grandes y pequeños cumplen el sueño de pertenecer, aunque sólo sea una noche, a la familia nómada del circo si reservan por 200 euros su carruaje de 1939 convertido en uno de los pocos hoteles itinerantes del mundo. Sentirás en primera persona lo que es salir de gira con domadores, trapecistas o payasos, y disfrutarás como nadie del universo circense desde dentro. ¡Pasen y vean! La experiencia vale la pena.

•  Glamping Airstream (Andalucía):

Aistream Andalucía es un camping que se olvida de las tiendas de campaña y que propone a sus clientes las caravanas plateadas más famosas de toda la historia. Unas vacaciones diferentes en una ubicación idílica y pacífica, en la que disfrutar de un entorno maravilloso desde el interior de la caravana símbolo del sueño americano.  Las Airstream son la combinación perfecta entre la nostalgia retro y el diseño contemporáneo, y proporcionan el escenario ideal a los que quieren escapar de la rutina.

• BaseCamp Young Hostel (Alemania):

Reciclar un antiguo almacén para convertirlo en un camping urbanita. Así nace este hotel sobre ruedas con algunas de las caravanas temáticas más bonitas del mundo. Su creador ha sabido cómo reivindicar el área industrial de la que fuera capital de la Alemania Federal valiéndose de las mejores recreaciones vintage. Una camioneta Citroën HY, Airstreams, ‘combis’ Volkswagen tuneadas, roulottes y hasta un Trabant con una tienda de campaña en el techo. Más hípster, imposible.

• Hotel Daniel (Austria):

Más allá de ofrecer un espacio bonito, dio el campanazo con la instalación artística The Boat -un velero suspendido en la cornisa de la azotea-, y también con el tráiler de su jardín. Se trata de un reluciente Silver Creek Clipper de 1952 de diseño exquisito en el que no falta una fantástica bañera, pantalla plana de televisión o wifi. Por 114 euros la noche, nos parece una opción ¡maravillosa!

• The Grand Daddy Hotel (Sudáfrica):

Siete caravanas encaramadas en lo más alto de un hotel de diseño, que enseguida superaron en publicidad a las habitaciones tradicionales. Difícil competir frente a esta terraza en copeo nocturno, música en directo, cine al aire libre y vistas a la ciudad. Cada caravana de este Tráiler Park tiene un diseño temático propio . Y su propio buzón de correo. ¡No puede gustarnos más!

• BelRepayre Airstream & Retro Tráiler Park (Francia):

Un puñado de remolques en su hábitat natural, en pleno campo. Este parque de caravanas se monta en una pradera de las estribaciones de los Pirineos. Dos artistas de circo compraron diez Airstreams (fechadas entre los años 40 y 70). Un spa de lo más auténtico, con su bañera de hidromasaje al aire libre, y un divertido lounge para noches de vinilo completan las instalaciones.

• Atlantic (Australia):

Espíritu surfero en un delicioso hotelito de estilo caribeño con habitaciones frescas y alegres y un jardín tropical en el que se ha instalado la joya de la casa: un Airstream americano para una experiencia glamping. Cocina, baño, televisión, wifi… no falta ni la tabla de surf en la puerta para surcar el Atlántico. ¡Perfecto para los amantes del mar!

• The Shady Dell (Arizona):

La historia se remonta a finales del siglo XIX y principios del siguiente cuando el pueblo que acoge este hotel fue parada obligatoria de la ruta entre St. Louis y San Francisco, y cuando el Shady Dell servía de avituallamiento a las familias que recorrían la autopista 80. Hoy se ha convertido en una experiencia tecnicolor gracias a sus preciosos tráilers de museo y sus piezas de coleccionista. De entre todas, nuestra favorita es el Tiki Bus transformado en un palacio polinesio.

• El Cosmico (Texas):

Este campamento es el referente de los nuevos tiempos texanos con el abuso del postureo cowboy, los filtros de Instagram y un estilo hippie. Tiendas de campaña, yurtas y, por supuesto, caravanas y tráilers medio destartalados, pero a los que no les falta de nada. Una maravilla en el desierto capaz de conquistar a cualquiera que tenga la suerte de viajar hasta allí.

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